8 may 2012

Madurez, experiencia y crecimiento



Mucho se habla sobre la madurez emocional y no es necesariamente una cuestión de edad. Si bien la vida es un proceso de maduración permanente, hay quienes llegan a la edad adulta sin la madurez psicológica esperada. Sin embargo otros de menos edad, tienen la madurez suficiente como para sentirse bien consigo mismo y con su entorno. Ahora pero ¿qué entendemos por madurez emocional?. La madurez emocional está relacionada con la independencia personal , cuando hablamos de independencia no solo nos referimos a la independencia económica sino a la no dependencia emocional. En ese sentido el ser maduro se corresponde con el sentimiento de seguridad en uno mismo, en sus actos y en sus decisiones. El ser maduro no es permeable a las opiniones ajenas porque se siente seguro de si mismo. Esto no significa necedad sino reconocer os propios errores cuando estos se presentan.


Una persona emocionalemente madura tiene las siguientes características:

• Habilidad de dar y recibir amor: La madurez emocional fomenta un sentido de seguridad que permite la vulnerabilidad. Una persona emocionalmente madura puede mostrarse vulnerable, dar y aceptar expresiones de amor. (hay hombres que les cuesta cumplir con esto pero en la medida que lo hagan sin temor lo estarán logrando)

• Habilidad de enfrentar la realidad y manejarla: Las personas maduras manejan con entusiasmo la realidad, sabiendo que el modo más rápido de resolver los problemas es enfrentándolos. El nivel de madurez de una persona, puede medirse directamente en relación al grado con el cual enfrenta o evita sus problemas. (Es dar la cara, no evitar el enfrentamiento, saber asumir los problemas de frente)

• Capacidad de relacionar positivamente sus experiencias: Una persona madura ve sus experiencias personales como experiencias de aprendizaje. Cuando son positivas, se alegra y disfruta de ellas. Cuando son negativas, aceptan sus responsabilidades y confían en aprender algo de las mismas para mejorar su vida.... Es mejor ver asi la vida, todos cometemos errores pero no podemos seguir viviendo en ellos toda la vida.

• Habilidad para aceptar la frustración: Cuando las cosas no se desarrollan como previsto, la persona madura intenta otro enfoque, u otra dirección, para seguir adelante con su vida. No se debe querer dominar todo el entorno, aceptar cuando no se puede.

• Habilidad de manejar la ira constructivamente: Cuando se siente frustrada, la persona inmadura busca alguien a quien culpar. La persona madura busca una solución.

• Relajación ante situaciones tensas: La persona inmadura no se siente amada, evita la realidad, es pesimista, se enoja con facilidad, y ataca a su ayuda idónea. Las personas maduras en cambio, enfrentan la vida de una manera relajada, y confiadas en su habilidad de obtener lo que desean para sus vidas.

La madurez emocional implica amar a otros y no intentar cambiarlo, aceptando sus defectos y sus virtudes, pero para ello es necesario que primero halla logrado amarse a si mismo.